La apuesta de ficción de esta temporada de Mediaset ha pasado bastante desapercibida entre la programación televisiva. A pesar de que los resultados de audiencia lograron que la emisión se mantuviera hasta el último capítulo no sabemos con total seguridad si podremos ver una segunda temporada.
Esta es la foto de una familia española moderna. O eso nos han querido dar a entender los guionistas de la serie Familia, emitida en Telecinco hasta este mes. Unos abuelos con problemas conyugales, una madre soltera que se quedó embarazada muy joven, una pareja de recién casados en el paro que regresan a casa de sus padres y una pareja con una niña oriental adoptada. Aunque la foto os recuerde a Modern Family, me veo en la necesidad de advertiros: esto no es Modern Family.
No sé si eso era lo que pretendían, pero en este caso, no lo han conseguido. Empiezas a ver los capítulos y te vienen a la mente imágenes de otras series familiares españolas, ese gran género de la televisión, con títulos como Médico de Familia, Los Serrano, Mis adorables vecinos, Javier ya no vive solo... Aunque tengo que reconocer que Javier ya no vive solo no me defraudó, como lo pudo llegar a hacer Los Serrano en sus temporadas finales. Era como un animalito al que veías sufrir pero no te dejaban acercarte a él.
Familia. Una serie para toda la familia. Porque tiene personajes y tramas para gente más mayor, porque tiene tramas modernas para el público de mediana edad ( sobre todo mujeres) y personajes nuevos, jóvenes y frescos, a los que les queda pasar por muchas dramedias españolas. Nada nuevo por este horizonte, vamos.
Los productores televisivos españoles deberían plantearse el impulsar series diferentes. Verdaderas apuestas en ficción, que no recuerden a lo mismo de siempre, por mucho que incluyan en el reparto pesos pesados de la pequeña pantalla.