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lunes, 27 de agosto de 2012

ESTRATEGIAS DE PROGRAMACIÓN TELEVISIVA

Muchas veces vemos la tele y no entendemos la conducta del que está detrás del aparato, programando lo que vamos a ver. Este tipo de conductas son cada vez más normales dentro de las televisiones comerciales y las públicas. La llamada guerra de las audiencias cobra cada vez más importancia.

Ejemplo de parrilla televisiva

Una parrilla televisiva es el documento en el que  se recogen los productos de emisión de una cadena, bien sea en disposición vertical (cuando se refiere a un día en concreto) o en disposición horizontal (cuando se nos anuncia la semana completa).  Cada cadena, intenta elaborar su parrilla televisiva dependiendo de varios factores: el primero, la lógica de programación propia de la cadena, que viene determinada por la ideología de la cadena, la coherencia entre los productos que emiten y el juego de órbitas que se mantiene respecto a las demás cadenas, que también elaboran sus propias parrillas. 
Una lucha diaria por cuotas, franjas, perfiles y targets de consumo, que luego queda reflejada en los informes que elabora Barlovento, la empresa encargada de elaborar los informes sobre el consumo televisivo a modo trimestral.

Muchas veces nos sentamos delante del televisor y no entendemos muy bien por qué hacen ciertos cambios en la programación las cadenas. Anuncios que se alargan, anuncios que se retiran para engancharnos más al producto, programas que se "cuelan" antes del prime- time, capítulos repetidos antes del capítulo nuevo.... Toda una serie de artimañas de las que los programadores tienen pleno conocimiento y no dudan en emplearlas para / contra nosotros.

Empecemos por lo más sencillo: el horario de prime-time, la lucha sin cuartel que mantienen todas las cadenas de lunes a jueves por arrasar con la cuota de pantalla y obtener el mayor número de espectadores posible. Es el horario que más abarca en el total del porcentaje de consumo televisivo diario (mañana y late night abarcan un 12% del total, mientras que sobremesa y prime-time alrededor de un 25% y un 30% ), lo que quiere decir que se sitúan más espectadores delante de la pequeña pantalla, lo que a su vez hace que los anunciantes quieran emplazar sus productos, ya sea en la publicidad o en las mismas series o programas que se emitan en esa franja horaria.

Mientras que cadenas como Tele5 apuestan por programar "el plato fuerte", es decir, un producto que saben que es líder de audiencias, algo así como el estandarte de la cadena (Gran Hermano, por ejemplo), otras optan por contraprogramar ( aprovechar al audiencia a la que se dirige la competencia para así, programar algo totalmente opuesto para el resto del público), o emplear la autarquía, algo así como competir con viejas armas, como pueden ser los clásicos del cine que emitía La1, o el famoso Cine de Barrio los sábados por la tarde.

Existe un término para designar la situación en la cual nadie gana la cuota de pantalla, y el reparto de audiencias resulta muy equitativo, y es el "no man's land". Para evitar este tipo de situaciones, donde nadie resulta ganador, se emplean estrategias como el "bridging" o "puenteo", que quiere decir adelantar unos minutos la serie o programa para enganchar desde antes al público, o los programas tipo "lead-in" o cabecera, que sirven para atraer un número de espectador, que luego se quedarán con la opción televisiva de esa cadena ( "El Hormiguero de Antena3, por ejemplo).

El "blocking" consiste en programar en bloque, y esta técnica tiene su origen en la radio, medio en el que se creó el formato de magazine, un formato en el cual había espacio para todos los demás, y así se relacionaban todos los temas dentro de un mismo espacio. En la televisión tenemos el ejemplo de los programas infantiles, que engloban distintas series infantiles, de animación, fantasía, o ficción: Megatrix, Club Disney...

Existen dos técnicas más de programación que son empleadas con bastante frecuencia, sobre todo cuando se programan productos de ficción, como pueden ser C.S.I o House, en Tele5 y Cuatro, respectivamente.  La primera es la conocida como "técnica de la hamaca" o "hammocking", y consiste en introducir entre dos programas de éxito uno más débil o un nuevo producto. Tele5 lo empleó con C.S.I , programando un episodio de C.S.I Nueva York, el menos popular, entre dos capítulos de C.S.I, y posteriormente con "Life" otra serie policíaca, que iba enfocada al mismo target o público.

La estrategia contraria a esta resulta la conocida como "tent-poling" o "tienda de campaña", que, consiste en situar un programa de éxito entre dos no tan populares o conocidos para crear un efecto de arrastre bien sea delante o detrás.

Además de estas técnicas, existen otras muchas que tienen que ver con los presentadores o estrellas de la televisión, como la de "cambio de canal", que consiste en arrebatar de una cadena a cierto presentador de éxito para llevárselo a otra. Por último, encontramos estrategias destinadas al emplazamiento publicitario, o a la parodia de espacios de éxito para rebajar su popularidad (el famoso "Sé lo que hicisteis" de LaSexta).

La guerra de las audiencias es una lucha diaria, en la que se arañan décimas para conseguir el éxito y se apuesta a lo seguro. A pesar de querer mostrarse arriesgadas, las cadenas acaban optando por el convencionalismo y siempre tiran de fórmulas exitosas. Aunque siempre hay que estar en alerta, ya que los movimientos del contrario son tan o más importantes que los propios. El juego de las órbitas afecta a cada minuto de televisión.

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